Sabes por qué aunque no seamos propiedad del otro, yo me siento tan tuya?
Porque cuando yo le rezo a un Dios en el que no crees, tú me atiendes y hasta te arrodillas conmigo.
Es como si tú estuvieses cantando a todo volumen una canción que detesto y yo, por ser tú, te hago los coros. ❤
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